viernes, 16 de octubre de 2015

Recordando a Maurice Sendak


Maurice Bernard Sendak, ilustrador norteamericano (Brooklyn, Nueva York, 1928-Danbury, Connecticut, 2012), es recordado sobre todo por su libro-álbum de 1963 Where the Wild Things Are (Donde crecen los monstruos), una obra que ha sido incluso llevada al cine, caracterizada por sus imágenes de gran riqueza visual y poder narrativo. La obra tiene numerosas implicaciones y se adentra en territorios normalmente vedados a la literatura infantil: los deseos, la libertad, los sueños, la rebeldía, las pesadillas. En 1964 ganó la medalla Caldercott, muy prestigiosa.


El argumento del libro es el siguiente: Max es un niño incomprendido y rebelde cuya mayor fantasía es ser un monstruo que aterrorice a cualquiera. Una noche, después de hacer travesuras en su casa, es castigado en su habitación, sin cenar, la cual de pronto sufre una transformación y se convierte en una selva. Después de caminar un tiempo, nace una costa en donde se encuentra un bote con su nombre, que decide tomar para navegar. Después de hacerlo durante un tiempo indefinido, llega al lugar donde viven los monstruos, a los que cautiva. Será nombrado rey de todos los monstruos por ser el «más temible de todos ellos». Después de un tiempo de vivir en este lugar y disfrutar de la compañía de las bestias, decide emprender su regreso a casa. Allí, todos viven felices. Y la cena, que le habían dejado sus padres en su habitación, aún estaba caliente.



La idea del regreso a la vida normal después de haber vivido en un mundo de fantasía (pero en este caso con monstruos), la comparte con clásicos de la literatura infantil como Alicia en el País de las Maravillas, La historia interminable o Peter Pan. También es clásica la idea del tránsito del mundo de la realidad al de la ficción, aquí a través de un viaje en barco, en Alicia... cuando la niña cae en un agujero, en las Crónicas de Narnia, atravesando la puerta de un armario... En fin, siempre hay una puerta que abre el camino al mundo de la fantasía.

Cuando se publicó en 1963, el libro fue considerado políticamente incorrecto, pues no mostraba una historia demasiado amorosa, sino más bien temerosa. Los padres de familia de aquella época atribuían al cuento como una lectura que podía asustar a sus hijos, pero Sendak defendió su obra diciendo:
“Los adultos son personas que tienden a sentimentalizar la infancia, a ser sobreprotectores y a pensar que los libros para niños han de amoldar y conformar la mente a los modelos aceptados de comportamiento, logrando niños sanos, virtuosos, sabios y felices.”
Donde viven los monstruos es un clásico vigente hoy porque retrata los temores y deseos de la infancia en cada monstruo: pataletas, miedo al abandono, liderazgo...

En 2009 se estrenó una película basada en este libro dirigida por Spike Jonze, una mezcla curiosa de animación por ordenador y muñecos reales como los que se utilizaban en películas como Cristal oscuro o Dentro del laberinto. En el reparto podemos encontrarnos con nombres tan conocidos como Forest Whitaker James Gandolfini prestando su voz a las criaturas fantásticas.



Sendak era hijo de una familia judía de origen polaco y tuvo una infancia enfermiza. Su vocación de ilustrador le venía de la película Fantasía, de Walt Disney. Su obra nunca lo ha hecho un autor fácil ni siempre bien aceptado por el público adulto, aunque sí por los niños. Alguna obra suya, como La cocina de noche, ha sido censurada con frecuencia por ciertas connotaciones eróticas, los desnudos infantiles, que algunos le achacan.

En 1970 ganó el premio Hans Christian Andersen de ilustración, el Nobel de la ilustración para la literatura infantil y juvenil. En 2003, ganó el premio Memorial Astrid Lindgren, junto con Christine Nöstlinger.

En una entrevista al New York Times, reconoció su homosexualidad, había vivido cincuenta años con un psicoanalista hasta la muerte de este y nunca había revelado su condición a sus padres.

Polémicas aparte, he aquí nuestro pequeño homenaje al maestro.



La obra de Sendak se ha colocado ya al nivel de clásicos indiscutibles de la literatura infantil y juvenil, como El principito, de A. Saint-Exupéry; Manolito Gafotas, de Elvira Lindo; James y el melocotón gigante, de Roald Dalh; Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain; El maravilloso viaje de Nils Holgersson, de Selma Lagerlöf; Peter Pan, de James M. Barrie; La historia interminable, de Michael Ende; Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Caroll y tantas otras obras maravillosas para niños de 9 a 99 años.
   "Los monstruos de Sendak son grandes y peludos, de dientes afilados, largas garras, cuernos y ojos ambarinos. Son unas criaturas grotescas, gruñonas y de aspecto maloliente, pero que saben divertirse mejor que nadie y montar una buena fiesta bajo la luz de la luna. Terribles y entrañables al mismo tiempo, estos seres son los protagonistas, junto con el pequeño  Max, de Donde viven los monstruos (1963), el cuento más célebre escrito e ilustrado por Maurice Sendak (1928-2012)" (Iria Torres, http://www.fabulantes.com/2014/01/donde-viven-los-monstruos-maurice-sendak/).

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