lunes, 21 de diciembre de 2015

Rodari y la "Fantástica"


Gianni Rodari, maestro italiano, premio Andersen de Literatura infantil, explica así su decisión de escribir su celebérrima Gramática de la fantasía en el "Prefacio" de la misma: nos cuenta que, durante el invierno de 1937-38, trabajaba como maestro enseñando italiano a unos niños judíos alemanes que creían haber encontrado refugio en Italia contra el nazismo. Además de las clases, se dedicaba a aprender algo de alemán, a pasear y leer a los clásicos: su amado Dostoievski, entre ellos.
     "Un día, en los Fragmentos de Novalis (1772-1801), encontré la frase que dice: "Si tuviésemos una Fantástica, como hay una Lógica, se habría descubierto el arte de inventar".
     Y entonces decidió apuntar en su Quaderno di Fantastica cómo nacían las historias que contaba a los niños, los trucos que descubría para poner en movimiento palabras e imágenes, las técnicas simples de la invención, las mismas que más tarde, durante años, divulgaría por todas las escuelas de Italia en innumerables charlas con los niños y sus maestros.

     Estaba naciendo esa obra prodigiosa que conocemos como Gramática de la fantasía, uno de los libros fundadores de la escritura creativa, un libro que habla de la función de la imaginación en la educación infantil y juvenil. Una obra que enseña cómo inventar historias con palabras.
     "Yo espero que estas páginas puedan ser igualmente útiles a quien cree en la necesidad de que la imaginación ocupe un lugar en la educación; a quien tiene confianza en la creatividad infantil; a quien conoce el valor de liberación que puede tener la palabra. "El uso total de la palabra para todos" me parece un buen lema, de bello sonidos democrático. No para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo."

     En cuanto a la valoración del libro, transcribimos estas palabras de Ana Pelegrín, en La flor de la maravilla. Juegos, recreos, retahílas. Madrid, Fundación Germán Sánchez Rupérez, 1996, p. 189:
     "Contrastando con el acento que la escuela tradicional ponía en el aprendizaje memorístico de nociones y texto, las corrientes de la pedagogía creativa subrayan la necesidad de la recuperación del patrimonio oral intentando a su vez poner al alcance del niño un nuevo aspecto lúdico del lenguaje. Se trata de incentivar el análisis de los procedimientos poéticos de la comparación, las imágenes, para dotar al niño de los instrumentos del lenguaje que asienten los postulados de una escritura creativa. Gianni Rodari, escritor italiano de singulares y renovadoras propuestas de literatura infantil contemporánea, propone, en un imaginativo manual, la lectura atenta de las reglas de composición de la literatura oral ejemplificada en uno de los capítulos de su Gramática de la Fantasía, con la instrumentación creativa de las adivinanzas tradicionales".
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