sábado, 11 de junio de 2016

Más cosas sobre la intertextualidad: Hergé y Magritte

René François Ghislain Magritte, pintor vanguardista, y  Georges Remí (Hergé), creador del conocidísimo Tintín, fueron dos genios belgas contemporáneos. Hergé se inspiró en su compatriota. De hecho, se dice que los dos policías Hernández y Fernández, en francés Dupont et Dupond, están inspirados en los hombres con bombín que solía pintar Magritte, uno de sus elementos más recurrentes. Hernández y Fernández aparecieron por primera vez en Los cigarros del faraón (1932) con el nombre original de X33 y X33 bis. Su carácter y personalidad tienen mucho del padre y el tío de Hergé. Pero artísticamente son "hijos" de Magritte.

"El asesino amenazado", Magritte, 1926.

 En 1998, el pintor danés Ole Ahlberg realizó una exposición en Bruselas con cuadros donde se representaba a personajes del universo de Tintín al estilo de las obras de Magritte, aunque algunos de ellos tuvo que retirarlos finalmente a instancias de la fundación Hergé. Muy curioso éste, que es una recreación de la obra "Golconde", de 1953.


 "Golconde", Magritte, 1953 (Menil Collection, Houston, Texax, USA)

Como vimos en el post anterior, este cuadro también ha inspirado el "Tragadoquines", cartel ganador del concurso de carteles Pilar 2016.

Hay también un cuadro anónimo, pero atribuido a Hergé, que muestra muy bien esta relación Hergé-Magritte y puede considerarse una reelaboración de "El maestro de escuela", de Magritte. Veámoslo.


"El maestro de escuela", Magritte, 1954.

Y es que el caballero con bombín aparece en muchas obras de Magritte. Por ejemplo, en esta:

"El hijo del hombre", Magritte, 1964.

Hergé estuvo muy interesado en el arte de vanguardia, como se demuestra en su último álbum, Tintín y el arte alfa. Magritte estuvo muy vinculado al surrealismo, movimiento muy interesado en el mundo de los sueños (onirismo). Hay determinadas secuencias en las aventuras de Tintín en las que se representan algunos sueños de los protagonistas, especialmente los de Tintín y el capitán Haddock. En dichas secuencias se combinan de forma caótica e ilógica elementos de la realidad, sobre todo relacionados con experiencias impactantes. Por ejemplo, en Los cigarros del faraón (página 9), El templo del sol (página 23), Tintín en el Tíbet (página 16), Las joyas de la Castafiore (página 14) y Vuelo 714 para Sidney (página 58). Las viñetas que representan estos sueños están en perfecta armonía con los escenarios delirantes de Max Ernst, Dalí o Magritte.



En fin, que Hergé era un genio muy consciente de su trabajo y se documentaba muchísimo antes de dibujar a sus entrañables personajes.


Hergé y Magritte son genios muy reconocidos en su tierra, ambos tienen sus respectivos museos. El artista Karl Meersman aunó ambos de esta guisa:



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